La Cuaresma, Camino de Vida
Departamento de Pastoral de la Facultad Padre Ossó
La Cuaresma, es el tiempo en el que los creyentes nos preparamos para la celebración de la Semana Santa. Comienza el Miércoles de Ceniza y finaliza con la celebración del Domingo de Ramos, el día en el que acompañamos a ese Jesús que entra como rey humilde y que va a subir al trono de la Cruz por puro amor.
Desde la Facultad, queremos actualizar el camino de la Cuaresma a través de la vivencia de distintos Vía Crucis. Unos Vía Crucis adaptados a los tiempos actuales, en los que queremos recordar a tantas personas que sufren por las guerras, el hambre, las situaciones personales de cada hombre; por cada mujer, por el hecho de ser mujeres; por los niños y niñas, víctimas de situaciones injustas…
¿Por qué hacemos estos Vía Crucis? ¿Qué pretendemos con este símbolo? Queremos recordar, hacer memoria, volver a pasar por el corazón el ‘Camino hacia la cruz’ que hizo Jesús por primera vez hace más de dos mil años. Pero… hacer memoria, ¿para qué?
Para…
- ACOMPAÑAR A JESÚS. Es decir, sufrir con Él; intentar tener los mismos sentimientos que Él y acompañarlo en ese dolor.
- DESCUBRIR HOY CAMINOS DE CRUZ Y ALIGERAR SU PESO. Se trata de reconocer que ese sufrimiento sigue presente hoy; en nosotros mismos y en muchas otras gentes y ver cómo podemos ayudar y aligerar el peso de esa carga.
Pero tampoco olvidamos que la Cuaresma es un nuevo Éxodo hacia la Pascua; un camino de liberación por el desierto de nuestro mundo, un tiempo de recogimiento, de pararse y pensar en nosotros mismos y en el otro; es tiempo de conversión. Por eso nos sentimos llamados a realizar tres gestos concretos: el ayuno, la limosna y la oración.
¿Cómo podemos concretar esas tres prácticas?
EL AYUNO es UNA ACTITUD general frente a la vida. Ayunar de palabras hirientes y trasmitir bondad; ayunar de rencor y llenarse de perdón; ayunar de egoísmos y llenarse de amor; ayunar de palabras y llenarse de la escucha hacia los otros.
LA LIMOSNA es DAR de lo que tenemos a quien me necesita. ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Qué hago con mi dinero, con mis bienes? ¿Qué aporto hacia quienes lo pasan peor? Puedo compartir lo que tengo, ya sea a través de Cáritas; de entidades dedicadas a la ayuda internacional o a través de grupos de solidaridad y ayuda fraterna. Dar limosna es poder dar nuestro tiempo, nuestros dones y cualidades.
¿A qué dedico mi tiempo?
Puedo ofrecer parte de mi tiempo a otras personas: visitando, llamando y escuchando a enfermos o personas que se sienten solas; haciendo voluntariado y colaborando en proyectos de ayuda a otros (Banco de alimentos, Cocina económica…) contribuyendo así a una transformación social. En definitiva, formarme y participar para hacer que esta sociedad sea más justa, pero sobretodo más humana.
LA ORACIÓN es CUIDAR Y VIVIR con más intensidad nuestra relación personal con Dios. Es buscar momentos de silencio para ponerse ante Dios y vivir con él el día a día.
La Cuaresma para todos nosotros, para la Facultad, es un tiempo cargado de símbolos, de sueños y de proyectos de renovación de vida. Con gestos sencillos, bien sea una oración, una pequeña renuncia o una entrega desinteresada, tratamos de unirnos y de hacer presente el gran Misterio del amor que es Cristo Muerto y Resucitado. En definitiva, un camino que nos abra a la alegría sincera de la Pascua.