Terapia ocupacional: abriendo camino sin dejar de mirar atrás
Isabel Fernández Méndez. Coordinadora de prácticas del Grado en Terapia Ocupacional
En el transcurso de la celebración de los 50 años de nuestra facultad, desde el Grado en terapia ocupacional (TO) se organizó una mesa redonda para visibilizar y reflexionar sobre esta profesión cada vez más demandada, poniendo de manifiesto los cambios que ha habido en la disciplina desde sus inicios.
Todos tendemos a pensar que el pasado no tiene nada que ver con nosotros, que mis pasos me llevarán a mi destino, que no es el camino el que me guía. Pero el camino por el que transitamos lo han hecho personas como tú, que lees esto o como yo, que lo escribo. A través de estas líneas podrás conocer algunos de los personajes que han estado y están detrás de la disciplina.
La historia de la Terapia Ocupacional nunca ha sido una materia del agrado de nuestros alumnos, pero necesitamos tener una perspectiva histórica para entender el presente. Galeno (129−199) defendía el tratamiento mediante la ocupación, señalando que el empleo es la mejor medicina natural, esencial para la felicidad humana. Séneca (55 a.C. – 30 d.C.) aludía al trabajo como remedio para cualquier clase de «agitación mental».
En 1425, se creó en Zaragoza un hospital psiquiátrico, donde se instauró un régimen abierto para los pacientes y, por primera vez, apareció descrito el tratamiento por medio de ocupaciones o trabajo “La mayor parte de los locos que se emplean en los talleres u oficios curan en general”.
Pero todos sabemos que el gran precursor de nuestra disciplina fue Philippe Pinel (1745-1826) y su tratamiento moral, con aquella liberación de las cadenas, imagen simbólica que fue el inicio de la nueva psiquiatría.
Las grandes cosas tienen pequeños comienzos, o grandes, según se mire. Otro de los grandes momentos históricos que se relacionan con la TO fue la creación de las Sociedades de Artes y Oficios con Ruskin y Morris a la cabeza, a finales de 1800 y la influencia de la Primera Guerra Mundial, donde aparecen cientos de miles de soldados heridos, por lo que los diferentes países se ven obligados a desarrollar actuaciones encaminadas a la recuperación de éstos que faciliten su salida de los hospitales y su incorporación a la comunidad.
El primer curso universitario para la formación de terapeutas ocupacionales en Estados Unidos se desarrolló en 1916 en la Universidad de Columbia. En España, el primer curso abreviado intensivo de Terapia Ocupacional se inició en diciembre de 1961, con una duración aproximada de 9 meses. Para desarrollar dicho curso, fue contratada por la Organización Mundial de la Salud, la profesora Mercedes Abella, cubana de nacimiento, formada en Suiza y que, posteriormente se trasladó a los Estados Unidos para estudiar terapia ocupacional en la Universidad de Nueva York. El resto de los cursos se desarrollaron con la ayuda de los terapeutas ocupacionales de la primera promoción. La década de 1970 marcó un hito crucial para la Terapia Ocupacional en España. Se establecieron los primeros programas académicos dedicados a la formación de terapeutas ocupacionales, entre los años 60 y los 90, la Escuela Nacional de Terapia Ocupacional (ENTO) dónde me siento orgullosa de haber estudiado. Formó a un total de 817 alumnos, de 35 promociones. Allí estaba María Jose, Alicia Chapinal, Prada y Luengos, que me enseñaron la importancia de la Kinesiología y Sanz, el único profesor que me suspendió (Neurología, ironías del destino – tengo que decir que el examen fue harto complicado con una arteriografía de por medio… “señáleme la arteria cerebral media, la basilar, carótida interna”, ”explíqueme el polígono de Willis sobre la imagen”…). Al inicio de los años 90, no llegaríamos ni a 10 TO en Asturias, no se nos permitía acceder a formaciones específicas como Bobath ó Kabat, la guerra con otras disciplinas era más que evidente, aún hoy tenemos que justificar nuestro trabajo, defender que la intervención con y sobre ocupaciones es la mejor de las herramientas posibles, todo con una profunda base teórica, que debemos asegurar.
Con la llegada del siglo XXI, la Terapia Ocupacional en España experimentó una transformación profunda. Los terapeutas ocupacionales se adaptaron a las necesidades cambiantes de la sociedad, a ese EEES (Espacio Europeo de Educación Superior), expandiendo su alcance a campos como terapia de mano, neurorrehabilitación, salud mental, pediatría, geriatría, inserción socio laboral, usando impresoras 3D para hacer productos de apoyo, prótesis de bajo coste, ortesis, etc. La incorporación de enfoques basados en la evidencia y el uso de tecnologías emergentes reafirmaron la relevancia de la profesión en un entorno socio-sanitario moderno y dinámico.
A nivel internacional, España se ha destacado como un contribuyente activo en la comunidad global de Terapia Ocupacional. La participación en conferencias, colaboraciones internacionales y la adopción de mejores prácticas han enriquecido la disciplina y han contribuido a su continua evolución. En el último congreso de Enothe, que organizó nuestra Facultad Padre Ossó, había cerca de 500 asistentes, un rotundo éxito.
Pero volvamos al momento actual, a nuestra mesa redonda del 16 de octubre de 2023, la Facultad Padre Ossó tuvo la suerte de comenzar con Ángel Sánchez Cabeza, especialista en Daño Cerebral, rehabilitación neuropsicológica, y terapia de la mano. Ha sido pionero en las formaciones en Terapia Ocupacional en España, por lo que sus aportaciones a esta jornada tienen como base una perspectiva histórica y de futuro en el marco de la Terapia Ocupacional. Bajo esta premisa, en su ponencia nos ha mostrado la importancia de la evidencia científica y el razonamiento clínico como eje vertebrador de la práctica clínica, así como la aplicación de las intervenciones más ajustadas a las necesidades de la persona dependiente; con el fin último de guiar a la persona para lograr el máximo grado de autonomía e independencia posible, así como la permanencia en su entorno natural. A continuación, tres grandes terapeutas ocupacionales nos mostraron una visión más personal de la disciplina, desde los talleres del Hospital Central del Insalud de los años 80 con Araceli Fernández Díaz, las funciones de los terapeutas ocupacionales en Salud Mental con Carlos González Díaz, o la opción de emprendimiento privado de Inés Miranda González en Reactiva Lugones. A todos ellos les felicito por su aportación a esta disciplina que tanto queremos.
En conclusión: necesitamos creer que algo extraordinario es posible, la historia de la Terapia Ocupacional en España es una narrativa de superación, adaptación y compromiso con el bienestar de las personas. Desde sus modestos comienzos hasta su posición actual como una profesión integral en el sistema de salud, la Terapia Ocupacional en España ha demostrado ser una fuerza transformadora, mejorando la calidad de vida de numerosos individuos a lo largo de las décadas. Pero, yo solo puedo ayudarte a abrir puertas, tú tienes que atravesarlas y seguir dando forma al camino, dejando huella.