Andrea Vázquez-Ledo y María Estrada cursan actualmente 2º del Grado en Educación Social en la Facultad Padre Ossó. Con la idea de poder llevar a cabo un voluntariado internacional, durante su primer año en la Facultad realizaron el Curso de Voluntariado Internacional de la ONG InteRed gracias al departamento de Pastoral y Voluntariado.
Antes de que llegase el verano, tuvieron la oportunidad de conocer las experiencias de voluntariado en las que podrían participar. Así, en una entrevista individual inicial con una trabajadora social y la coordinadora del proyecto, cuenta Andrea que le recomendaron partir de una experiencia nacional antes de salir al extranjero: “la sociedad no es consciente de los problemas que hay en España. Realmente es muy impactante.” – comenta.
Ambas asturianas, procedentes de Avilés y Oviedo, viajaron la primera quincena de julio a Guadix, ciudad de 18.718 habitantes (2018) en la provincia de Granada. Allí conocieron al equipo de voluntarias – formado casualmente por ocho mujeres – irlandesas y españolas.
Por las mañanas trabajaban en un colegio del barrio de las Cuevas con niños y niñas de 3 a 12 años en riesgo de exclusión social, donde se encontraron con casos de autismo, salud mental, procedentes de casas de acogida, etc. Realizaban actividades en función de sus edades para concienciarles en materias como la alimentación saludable y el reciclaje. Desayunaban y comían allí con los escolares, mientras que las noches las pasaban en una casa cueva.
Por las tardes, la ONG organizaba actividades y visitas culturales: conocieron la Alhambra, recorrieron la ciudad de Guadix, disfrutaron de sesiones de cine, de tapeo y llevaron a cabo talleres para favorecer la cohesión grupal entre voluntarias.
Cuando les preguntamos por su experiencia personal, Andrea destaca el equipo que se formó de voluntarias: “fuimos prácticamente una familia desde el primer día, nos apoyamos mucho, tuvimos vivencias duras y lo más importante fue el apoyo de las compañeras.” María trabajó con el grupo de los más pequeños (de 3 a 5 años) y tiene conocimientos de Lengua de Signos Española, algo vital para comunicarse con uno de los niños sordos del grupo. Dice que se queda con “los momentos que haces felices a los niños y niñas; no sabes cómo es su vida ahora mismo, seguramente muy dura, pero me quedo con las miradas, con lo contentos que estaban cuando trabajábamos con ellos. Esta experiencia te abre la mente, te ayuda a valorar de verdad lo que tienes.”.
Su intención es repetir el voluntariado y dar el paso internacional. Les encantaría poder trabajar en algún país con pocos recursos, aunque vuelven a hablarnos de que lo impactante que ha sido esta experiencia: “es importante ir sin expectativas, concienciada de que lo que vas a encontrar son situaciones duras e impactantes, un choque de realidad. El resultado final es muy gratificante, nos fuimos de allí llorando.”
Departamento de Pastoral y Voluntariado
Como centro de identidad cristiana, la Facultad Padre Ossó cuenta con el departamento de Pastoral y Voluntariado, que tiene como misión la formación integral de las personas, fomentando el compromiso de los jóvenes con la sociedad a través de la tolerancia, la diversidad y el respeto.
Está formado por estudiantes, profesorado y personal de administración y servicios. Se ocupa de fomentar entre la comunidad universitaria actividades de cooperación, iniciativas solidarias y la participación en proyectos de responsabilidad social.